Hubo un tiempo, lo cuentan nuestros autores ya en el primer capítulo, que el fútbol era un componente cultural de las calles de los pueblos, ciudades y suburbios de medio mundo. En torno a él se consolidaban amistades, se cohesionaban vecinos y se organizaban colectividades.
Este libro, También nos roban el fútbol, nos explica cómo el capitalismo ha logrado arrebatarnos el fútbol. No se podía esperar nada diferente, porque si algo caracteriza a la economía capitalista es su capacidad de convertir en negocio cualquier cosa. Un sistema que transforma en negocio una imagen del Che, una melodía musical, una pintura rupestre o una catedral gótica no podía dejar pasar la oportunidad de apropiarse del deporte que tiene enamorados a millones de personas.
Las vías por las que ha penetrado y cancerado el deporte rey han sido múltiples. Por un lado, políticos que percibieron el fútbol y sus éxitos como un modo de cultivar el apoyo popular. En el capitalismo mediático los políticos triunfan por su imagen y no por los beneficios que su gestión aporte a la comunidad.
Pero quizá unos de los elementos más decisivos en la evolución –involución– del fútbol haya sido la televisión, creando un espectador diferente del habitual, aquel que se personaba en la cancha a ver un partido y apoyar a su equipo. La televisión crea todo un negocio en torno a los derechos de emisión que condicionan ya para siempre el fútbol. Nuestros autores nombran ese apartado como «Hinchas no, clientes», porque la televisión no crea, con ninguno de sus contenidos, ciudadanos activos, solo espectadores pasivos por los que las cadenas se pelean para poder presentar una abultada cifra de audiencia a las agencias de publicidad con las que contratan anuncios. El capitalismo es, fundamentalmente, comprar y vender. Y el fútbol es un buen escaparate a través del cual vender en televisión.
Otro elemento decisivo es la transformación de los equipos en sociedades anónimas; ya no hay socios, hay accionistas. Recuerden, se trata de capitalismo.
Pero el capitalismo no solo compra empresas, compra a las personas. Ahora los jugadores se compran y se venden. Y lo que es peor, no tienen otra opción si quieren seguir jugando como profesionales. Son objetos de consumo, pero ni siquiera de consumo futbolístico; son muñecos a los que exprimir jugando, publicitando, usando su imagen…
En el capitalismo globalizado las grandes potencias saquean los recursos de los países pobres. El fútbol no podrá ser diferente. Los recursos son los futbolistas, y los grandes clubes del primer mundo vaciarán América Latina –y el lugar que haga falta– de sus mejores jugadores.
La siguiente fase de cualquier capitalismo es, sin duda alguna, la corrupción. Si todo se compra y se vende, por qué no comprar nombramientos de sedes de Mundial, cargos en las instituciones internacionales, partidos, árbitros, apuestas, políticos para hacer negocios con los equipos, equipos para hacer negocios con los políticos…
De todo esto le hablarán a través de este libro Ángel Cappa y María Cappa. Pero también de que otro fútbol es posible, de que existen lugares donde se está recuperando. De modo que ni se les ocurra interrumpir la lectura sin haber conocido la última parte, donde sentiremos que no todo está perdido, que hay gente que sigue empeñada en recuperar el fútbol, porque las cosas que nacen y se viven con el corazón nunca pueden ser destruidas del todo por el capitalismo.
Pero contemos algo de nuestros autores. Ángel Cappa es un enamorado del fútbol, toda su vida la ha dedicado a este deporte. Primero como jugador y después como entrenador; entre medias, fue también profesor de psicopedagogía. Cappa ha entrenado equipos en España, Argentina, Perú, México o Sudáfrica. Sus dotes pedagógicas también las siguió poniendo en práctica colaborando como comentarista en numerosos medios, y ahora explicándonos a dónde ha ido a parar el fútbol. Por su parte, María Cappa es periodista. Ha trabajado en diversos medios escritos cooperativos y libres como eldiario.es o La Marea y ha sido profesora titular de Investigación Artística en Dramaturgia y profesora ayudante en la asignatura de Prácticas de Escritura Teatral y en Intervención, Intertextualidad y Deconstrucción del Texto Dramático del Máster de Estudios Avanzados de Teatro en la Universidad Internacional de La Rioja. Ambos, además de la misma sangre, comparten el espíritu crítico, el talento y el valor para detectar a los responsables de las tropelías y los latrocinios, y a continuación señalarlos.
Pascual Serrano