Pascual Serrano
Ahora, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que espera que Elon Musk encuentre miles de millones de dólares en fraudes y abusos en el Pentágono durante una auditoría que el multimillonario dirigirá. «Voy a decirle muy pronto, como tal vez en 24 horas, que vaya a revisar el Departamento de Educación… Luego voy a ir, ir a por los militares. Vamos a revisar el ejército», dijo Trump en una entrevista en el Supertazón con Brett Baier de Fox News.
El presupuesto del Pentágono se acerca al billón de dólares anuales. En diciembre, el entonces presidente Joe Biden firmó un proyecto de ley que autorizaba un gasto en defensa de 895.000 millones de dólares para el año fiscal que termina el 30 de septiembre.
«Vamos a encontrar miles de millones, cientos de millones de dólares de fraude y abuso», señaló Trump sobre el mayor departamento federal.
Como es sabido, Elon Musk, es el empleado especial del Gobierno que tiene el encargo de Trump de liderar un esfuerzo para reducir drásticamente el tamaño y por tanto el gasto de la plantilla federal estadounidense.
Por otro lado, el asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., Mike Waltz, afirmó en una entrevista en NBC News que el multimillonario presupuesto del Pentágono se está gastando de forma ineficaz y excesiva.
El alto funcionario señaló que el Departamento de Defensa del país tiene a su disposición «más de 800.000 millones de dólares» y «todo allí parece costar demasiado, llevar demasiado tiempo y entregar muy poco a los soldados«
El despilfarro y la ausencia absoluta de control de gastos del Pentágono fue un tema profusamente desarrollado por Helena Villar en su libro Esclavos Unidos. La otra cara del American Dream .
En esta obra, la periodista recuerda que en el edificio del Pentágono trabajan diariamente más de 20.000 personas en sus doce plantas, toda una ciudad. Los altos cargos suelen proceder de grandes empresas de armamento, y viceversa, todo un ejemplo de puertas giratorias entre cargos públicos y directivos de empresas contratistas con la Administración.
Estados Unidos gasta más en defensa que los siguientes siete países del mundo juntos, su presupuesto representa más de la mitad del total del desembolso nacional.
Así lo explica Helena Villar: “Básicamente se trata de transferir la mayor parte de los impuestos recaudados a los ciudadanos estadounidenses al engorde de un enorme sistema de empresas contratistas militares y el mantenimiento de la mayor burocracia made in USA: el Pentágono. El agujero negro de la defensa de Estados Unidos es tan demencial, que por primera vez en la historia el departamento fue sometido en diciembre de 2017 a una auditoría independiente a un coste de más de 400 millones de dólares. Más de mil auditores decidieron tirar la toalla tan sólo un año después, alegando no poder justificar los gastos derivados de la mayor partida presupuestaria del gobierno estadounidense. No sólo no pasó nada, sino que el secretario adjunto de Defensa aseguró que nunca pensaron que la auditoría fuese a ser aprobada, pese a que desde 1990 todos los departamentos y agencias del gobierno federal deben de estar sujetos a ello. Todos cumplen, excepto el Pentágono, que año tras año hace efectivo el que quizá sea el mayor fraude público mundial”.
Villar recoge el resumen que hace una investigación del diario The Nation:
“Cuando el departamento de Defensa presenta sus solicitudes de presupuesto anual al Congreso, envía los informes financieros del año anterior, que contienen números inventados. Los números fabricados ocultan el hecho de que el departamento de Defensa no siempre gasta todo el dinero que el Congreso asigna en un año determinado. Sin embargo, en lugar de devolver esos fondos no gastados al Tesoro, como exige la ley, el Pentágono a veces lava y transfiere dichos fondos a otras partes del presupuesto del Departamento de Defensa”.
La periodista Helena Villar se pregunta, ¿a cuánto asciende el pufo económico del Pentágono? Es imposible de cuantificar, añade Villar en Esclavos Unidos. La otra cara del American Dream:
“Un profesor de economía que analizó todas las informaciones financieras públicas entre 1998 y 2015 llegó a la siguiente conclusión: el Pentágono no pudo explicar 21 billones, con b, de dólares. Esta cantidad equivale a todo el Producto Interior Bruto de Estados Unidos en 2017 y a su vez a la deuda nacional del país más endeudado del planeta. Tal y como se ha expuesto, lo escandaloso del asunto es que ni siquiera puede establecerse cuánto es dinero real y cuánto es ficción, aquella creada por un ejército de contables cuyo único objetivo es pedir más al Congreso año tras año”.
Un ejemplo del despilfarro es el gasto del Pentágono en promoción y publicidad de sus actividades en el verdadero opio del pueblo estadounidense, el deporte.
Según el informe “Tackling Paid Patriotism”, en 2012 la Guardia Nacional del Ejército de Nueva York pagó a los Buffalo Bills 250.000 dólares por organizar ceremonias de reinscripción en el campo. En 2014, la Guardia Nacional de Georgia pagó a los Halcones de Atlanta 114.000 por cantar el himno. En 2015, las Fuerzas Aéreas gastaron la suma de 1’5 millones con la competición automovilística más popular del país, NASCAR, en parte para que los veteranos se dieran la mano con la leyenda del automovilismo Richard Petty. Son sólo algunos ejemplos.
Está ahora por ver cuánto de ese despilfarro y corrupción quieren controlar Donald Trump y Elon Musk.