En el mundo existen 1.285 millones de católicos bautizados. Por tanto, seamos o no católicos, seamos o no creyentes, no debería resultarnos ajeno nada de lo que suceda dentro de la Iglesia católica ni entre sus partidarios. En la mayoría de las ocasiones lo relacionado con esta institución se presenta como un conflicto entre detractores y defensores. Sin embargo, dentro de ella algo se mueve. Y para eso incluimos en la colección A Fondo de Akal este nuevo libro: Los retos del Papa Francisco. Movimientos de renovación en la Iglesia católica actual.
Se trata de una obra escrita desde dentro de la Iglesia en la que encontramos a partes iguales valentía y lucidez. Su autora, Teresa Forcades i Vila, monja benedictina en el monasterio catalán de Sant Benet de Montserrat, ha mostrado ya en varias ocasiones esos dos méritos por los que ha sido tan ensalzada como criticada. Forcades, que se licenció en Medicina y se doctoró en Salud Pública por la Universidad de Barcelona, saltó a la agenda mediática cuando denunció los intereses farmacéuticos detrás de algunas enfermedades, como la gripe A. Años después protagonizó una audaz iniciativa política impulsando, junto con Arcadi Oliveres, el Procés Constituent en Cataluña
Pero nosotros hemos querido que escriba de algo que conoce mucho más si cabe, esa Iglesia católica a la que pertenece. Y en este libro lo hace con la misma sinceridad y valor que en aquellos temas por los que fue conocida. Incluso, me atrevería a decir, ahora ha necesitado más coraje. La propia autora lo señala ya en su introducción: «La crítica interna, en la Iglesia y fuera de ella, no ha sido nunca un ejercicio fácil».
La figura y el hacer del Papa Francisco, con la mayor renovación de la Curia de toda la historia, ha abierto unas perspectivas que el tiempo dirá si se ven cumplidas o defraudadas. Nuestra autora presenta dos frentes que, en su opinión, ha heredado el Papa actual de su predecesor: «la pederastia tolerada o no suficientemente combatida» y «la corrupción y la especulación financiera dentro de la Iglesia».
Por ahora, el valor del Papa Francisco resulta indiscutible. Un ejemplo lo vivió Forcades en Alemania cuando el pontífice dijo con contundencia: «El capitalismo mata». Voces desde el poder se indignaron, pero muchas otras desde la base aplaudieron al escuchar una afirmación que debería considerarse parte del ADN de la doctrina social de la Iglesia y que, desgraciadamente, ahora suena irreverente. Desgraciado un mundo en el que la afirmación de que el capitalismo mata provoca más escándalo que las muertes del capitalismo.
Pero, advierte Forcades, los cambios profundos de la Iglesia no vienen nunca desde arriba. En eso es como en todas las organizaciones del mundo: si no existe un pueblo que empuje, nada cambiará.
Forcades trata en Los retos del Papa Francisco. Movimientos de renovación en la Iglesia católica actual las expectativas abiertas por el Papa Francisco, los presupuestos teóricos necesarios para abordar la renovación de la Iglesia pero, sobre todo, las cuestiones más espinosas a las que se está enfrentando el Vaticano y los movimientos de renovación que nos serán presentados por la autora a lo largo de la obra.
En este libro el lector encontrará la «palabra de Dios» a través de citas de la Biblia; descubrirá la historia, la historia de una Iglesia siempre en debate y conflicto, aunque no siempre avanzando hacia delante. Los profanos –nunca mejor dicho– descubriremos conflictos de órdenes religiosas absolutamente desconocidos.
Forcades nos habla de machismo, del veto a las religiosas para ordenarse sacerdotes, del aborto, del celibato, de homosexualidad, de pederastia. En Los retos del Papa Francisco. Movimientos de renovación en la Iglesia católica descubriremos que, en oposición a la imagen de mujeres y religiosas sumisas, existe una larga historia de lucha de esas mujeres dentro de la Iglesia en defensa de sus derechos. Sobre el aborto, Forcades detalla los numerosos casos en los que la Iglesia no acepta el aborto a pesar del grave daño que supone para la madre o inviabilidad del feto. Valiente, nuestra autora, si bien se posiciona en contra de la interrupción del embarazo, cree que no se debe criminalizar ni encarcelar a las mujeres que lo hagan.
Forcades también afronta el espinoso asunto de la pedofilia de algunos religiosos. Dice nombres, entrevista a voces críticas dentro de la Iglesia y expone su rechazo y necesidad de renovación.
Recuerda también nuestra autora que, en 2008, 49.631 parroquias de las 218.865 católicas que existían en el mundo no tenían sacerdote; esto representa casi la cuarta parte de las parroquias (23%). Y, mientras tanto, se les niega el sacerdocio a casados y mujeres. Los estudios demuestran que el «no poder casarse» es el principal motivo que alejaba del sacerdocio católico a los jóvenes. Si el celibato fuera opcional para los sacerdotes diocesanos, el número de varones ordenados se cuadruplicaría.
En Los retos del Papa Francisco. Movimientos de renovación en la Iglesia católica descubriremos que, ya en 1911, hubo un movimiento de la Iglesia a favor de la ordenación de las mujeres y desde entonces no han dejado de luchar contra esa discriminación. Algo similar sucede con los sacerdotes casados donde, además, surge la discriminación contra sus hijos y mujeres. Forcades hasta nos explica los casos de mujeres que han tenido relaciones con sacerdotes y se han organizado para luchar contra el desprecio y el silencio. Del mismo modo nos recuerda la discriminación y el sufrimiento de los hijos de sacerdotes.
Otro asunto en el que, a juicio de Forcades, la Iglesia debe renovarse es el de los divorciados católicos. La mitad de los católicos no se casan por la Iglesia (se casan sólo por lo civil o bien conviven en pareja sin haberse casado); es evidente que rechazan unas normas que no están a la altura de lo que demanda ni la sociedad ni los creyentes, si bien existen diferencias de percepción por continentes, lo que evidencia la heterogeneidad de la comunidad católica.
También el movimiento de cristianos LGTB tiene su espacio en nuestro libro, así como los avances del Papa Francisco en este asunto. Recuerda Forcades que el pontífice recibió en el Vaticano a una persona transexual católica que le preguntó si había lugar para él en la Iglesia.
Pero no todos los movimientos tienen como objetivo llevar la Iglesia al siglo XXI; como en todas las organizaciones vivas, existen otros que luchan justamente por lo contrario, por retroceder en el tiempo y devolver la Iglesia a siglos atrás. También nos los explica Teresa Forcades.
Creo que poder encontrar dentro de la Iglesia a alguien que aúne su conocimiento de la institución, sus posiciones a favor de un avance y el valor para escribirlas en un libro ha sido una suerte que no debemos desaprovechar. No es necesario ser católico, ni siquiera creyente, para descubrir y aprender con este libro de Teresa Forcades. En él vamos a encontrar una constante en la historia de los colectivos y de la propia humanidad: el conflicto entre el pasado y el futuro, la lucha entre quienes quieren avanzar y quienes siguen anclados en un mundo que ya no existe.
Podemos concluir que este texto no es sólo una exposición de propuestas de su autora; representa la voz de millones de creyentes, religiosos y organizaciones dentro de la Iglesia que viven con profundidad su fe y su religión, y reivindican un lugar en la institución en la que creen y a la que, con respeto pero también con firmeza, quieren cambiar para superar marginaciones, sufrimientos, olvidos e injusticias. ¿Acaso no debe ser ese el objetivo de una religión?
Pascual Serrano