La astronomía cotidiana: recuperar el cielo como parte del paisaje natural

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A ras de cielo, David Galadí-Enríquez, con fotografías de Juan Carlos Casado.

En aquel viaje fuimos más lejos de lo que jamás habíamos estado la mayoría. Rondaría yo los quince años de edad cuando tuve la suerte de hacer un viaje de estudios con el instituto en el que cursaba el bachillerato. Partimos desde mi ciudad en el interior de la Península y en cierto momento la ruta llegó a la costa. Cómo olvidar la expresión de uno de los compañeros cuando vio el mar por primera vez en su vida. Corrían los años ochenta y es verdad que por entonces era ya muy raro encontrar adolescentes que no hubieran estado nunca en la playa, pero todavía sucedía de vez en cuando. Hoy eso ya no pasa: en la España del siglo XXI todo el mundo ha visto el mar antes incluso de tener uso de razón. El mar está al alcance de todos pero, ¿cuántas personas de quince años han visto hoy la Vía Láctea?

La astronomía, la ciencia del cielo, se dedica a un objeto de estudio que resulta peculiar por muchos motivos, entre ellos el hecho de tratarse del espectáculo más lejano pero a la vez más accesible: no hay nada más distante que el firmamento y sin embargo lo tenemos ahí todos los días, todas las noches, desde cualquier lugar de la Tierra.

cielo-nocturnoPero, ¿de verdad es tan sencillo? El estilo de vida actual impone muchas trabas a quien quiera observar el cielo incluso a simple vista. Parece que nadie tiene ya tiempo ni ganas de sentarse en una butaca a la puerta de casa para charlar mientras va mirando con calma cómo anochece, por dónde se ha escondido hoy el Sol, qué aspecto tiene la Luna, dónde anda el lucero de la tarde… Ninguna generación de la historia ha tenido a mano más información que la nuestra acerca del cielo, el universo y sus misterios, pero al mismo tiempo puede afirmarse que en nuestro entorno cultural nunca se ha vivido más lejos del cielo como parte del paisaje natural, como un elemento más de la vida cotidiana. A ras de cielo pretende poner al alcance del público general las herramientas para recuperar el cielo de siempre.

En esta obra hemos seleccionado una serie de fenómenos observables a simple vista y que relacionan la experiencia cotidiana con la ciencia del cielo y, a veces, incluso con el infinito. Algunas cuestiones tienen que ver con la atmósfera y el espacio cercano. ¿Por qué el cielo de día es azul? ¿Por qué tiene sentido decir que las puestas de sol son un espejismo? ¿Por qué la Luna, al salir, se ve tan anaranjada, con forma achatada y, sobre todo, por qué parece tan enorme? ¿Es verdad que se pueden ver satélites artificiales cualquier noche despejada? ¿Qué son las estrellas fugaces, por qué aparecen en grupos y en fechas similares cada año? ¿Qué son las auroras polares? ¿Por qué parpadean las estrellas?

cieloOtra fuente inagotable de sorpresa nos la ofrece la Luna. Eclipses, mareas, fases… ¿Qué es la superluna? ¿Y la Luna azul? Y, más allá de la Luna, el mundo estelar también guarda sorpresas. Antiguamente era costumbre en nuestras tierras estimar la hora de noche mirando la constelación de la Osa Menor, una técnica citada por ejemplo en el diario de a bordo de Colón, o en el Quijote. En este libro recuperamos esta sabiduría adaptada a los tiempos modernos: sepa la hora de noche mirando al cielo y haciendo un par de sumas y restas.

Los documentales y muchos de los libros de divulgación astronómica más difundidos suelen llevarnos de un salto hasta la ciencia de vanguardia, los mundos más lejanos o las teorías más especulativas y difíciles de comprobar en la vida cotidiana. Galaxias lejanas, agujeros negros, supernovas, estrellas de neutrones, evolución estelar… No se puede prescindir de todo ese bagaje aportado por la astronomía, pero qué tal complementarlo con un acercamiento a la astronomía más accesible, la que se puede poner a prueba mirando por la ventana sin necesidad de instrumentos. Este enfoque permite recuperar el firmamento como parte del paisaje natural y ayuda a dar significado al resto de hallazgos sorprendentes e inesperados de la astrofísica moderna.

David Galadí-Enríquez

A ras de cielo

portada-a-ras-del-cieloEl embrión del que nació este libro lo constituyó una serie de artículos publicados en la revista Tribuna de Astronomía en los años noventa. Ese material, reestructurado y enriquecido, condujo a una primera edición de la obra en 1998 y a una segunda, revisada y ampliada, en 2008. El paso del tiempo y los comentarios del público lector permiten que aparezca hoy esta nueva edición muy mejorada con la que el autor cumple una aspiración desde que la concibió por primera vez: su carácter ilustrado, a todo color, con fotografías de la máxima calidad, proporcionadas por uno de los mejores astrofotógrafos del mundo, Juan Carlos Casado.

El tratamiento de asuntos científicos tan visuales como los incluidos en esta obra mejora muchísimo al presentar, junto a las explicaciones, algunas de las mejores plasmaciones fotográficas disponibles de estos fenómenos, muchas de las cuales recibieron el reconocimiento de la NASA como Astronomy Picture of the Day (APOD). Ojalá estas páginas sirvan para mover a quien las lea a levantarse del asiento y salir al aire libre para mirar el cielo.

A ras de cielo – David Galadí-Enríquez – Akal

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