Cuando en 1584 tirotearon al príncipe Guillermo «el Taciturno» en el vestíbulo de su residencia de Delft, su muerte fue una conmoción para la causa protestante en los Países Bajos. Sin su carismático líder, todo apuntaba a que los neerlandeses contrarios a las fuerzas de ocupación católicas de Felipe II de España caerían en lo sucesivo bajo el dominio de los Habsburgo.
Sin embargo, la causa protestante neerlandesa no cejó en su oposición a los Habsburgo, y con el tiempo estableció la República neerlandesa independiente. Aun así, el asesinato de Guillermo de Orange, perpetrado con una pistola de autoignición que su atacante llevaba consigo oculta, tuvo hondas repercusiones en toda Europa. Guillermo llevaba muchos años señalado y, pese a sus férreas medidas de seguridad, un asesino armado con una pistola oculta logró burlar en solitario el «cerco de acero» del rey Guillermo y dispararle a quemarropa en su propia casa. Desde entonces ningún jefe de Estado ha vuelto jamás a sentirse seguro, y los regímenes de todo el Continente empezaron a promulgar leyes que prohibían totalmente el uso de armas cortas o lo restringían en las cercanías de autoridades políticas o jefes de Estado.
Así pues, el asesinato de Guillermo «el Taciturno» marcó el momento en el que esta nueva tecnología se introdujo en la vida de personalidades públicas, subrayando su constante vulnerabilidad al ataque violento. Aquel acontecimiento fue uno de los hitos históricos -un jalón, un punto decisivo, un suceso de los que hacen historia, un rayo láser dirigido al futuro desde el pasado- en los que se funda nuestra comprensión del pasado. El relato de Lisa Jardine resalta la enorme influencia que tuvieron ciertos eventos concretos acaecidos en momentos clave de la historia sobre lo que entonces estaba por venir.
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Así comienza el prólogo de El atroz final del príncipe Guillermo «el Taciturno». El primer asesinato de un jefe de Estado a punta de pistola.
Su autora Lisa Jardine es directora del Research Centre for Editing Lives and Letters y catedrática de estudios renacentistas en el Queen Mary College de la Universidad de Londres. Es miembro del Patronato del Victoria & Albert Museum.