romanas

¿Existieron las romanas?

La historia de las mujeres no es solo qué hicieron, cómo se movieron en su mundo o qué les impidieron hacer, sino también es cómo las hemos visto o ignorado. El concepto de historiografía es fundamental para poder comprender cómo nuestra mirada configura nuestro pasado y cómo nos ha pasado. Los historiadores nunca han sido inocentes, es algo que digo mucho, y que la historia es un derecho que no todo el mundo ha tenido.

Comprender cómo hemos fabricado la historia y qué autores (¡y, sobre todo, autoras!) han cambiado nuestra forma de ver el mundo es también fundamental para entender nuestro presente y los prejuicios que nos siguen marcando (¿no habéis oído nunca lo de la mujer recolectora y el hombre cazador, lo de la griega recluida en casa o la romana ninfómana?).

En este caso nos centraremos en un momento muy concreto porque ha sido, muchas veces, el más olvidado, por su distancia, frente a los estudios de la historia de la mujer en época moderna o contemporánea (¿a quién no le suenan los artículos sobre «las primeras médicas del siglo xix» cuando ya había médicas en Roma?). Sin embargo, es también el periodo más significativo para entender muchos de los tópicos repetidos una y otra vez sobre las mujeres.

Romanas

El título ¿Existieron las romanas? no configura solo una pregunta retórica, con una respuesta clara. «¡Claro que existieron!», diréis, «¿cómo no van a existir?». Pero la respuesta, en realidad, no es tan sencilla. Durante mucho tiempo las olvidamos, salvo unos pocos nombres propios; luego las inventamos, creando unas romanas que no reconocerían en su época y que hablaban más de las sociedades que las describieron. Si podemos llegar realmente a esas mujeres, a esas mujeres del mundo clásico que nos resultan tan complicadas de asir y comprender, es algo que nos debería dar que pensar.

Vamos, pues, a detenernos un segundo. A recordar a las que no fueron recordadas. A honrar a las que cambiaron nuestra perspectiva para siempre, a quienes se arriesgaron, comprometieron su carrera y lograron nuevas miradas. Vamos a hacernos más preguntas de las que podamos responder para pensar así también sobre nuestro presente. Y por que, efectivamente, griegas y romanas existieron, pero está en nuestra mano verlas.

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