La crítica de arte, como cualquier forma de análisis profundo, debe ser auténtica y fomentar la reflexión, dejando atrás las conveniencias y el amiguismo que a menudo empañan un ámbito artístico precario.
El libro La crítica de arte en la actualidad toca esas fibras sensibles que algunos prefieren dejar intactas, ofreciendo un análisis claro y directo que permite a cualquier lector entender una profesión hasta ahora opaca e idealizada.
¿Cuál es el propósito de la crítica de arte actual? ¿Por qué sus tendencias son tan uniformes? ¿Cuándo empezó a perder fuerza y credibilidad la labor del crítico? Un repaso por las últimas décadas de crítica en España revela una progresiva falta de atrevimiento y una actitud complaciente, las cuales han restado sentido a lo que antes fuera una parte crucial del sector cultural.
Aunque a veces incomode, la crítica es constructiva –y, por ende, útil– si se realiza con rigor, reflexión y honestidad. Sin embargo, en la actualidad, tanto el arte como la crítica se ven afectados por dinámicas comerciales y de poder que distorsionan sus objetivos. Además, la polarización ideológica ha introducido mecanismos de censura y autocensura, complicando aún más la situación.
Hoy día, cualquiera puede hacer viral una opinión a través de las redes sociales, donde la falta de verificación de fuentes es común. Sin embargo, la apertura que ofrecen estos nuevos medios también nos obliga a asumir la responsabilidad de investigar, elegir bien nuestras lecturas y decidir a quién seguir. Para ello, es crucial desarrollar herramientas que nos permitan adoptar una mirada crítica.
Quienes nos dedicamos a comunicar desde la cultura de forma independiente tenemos la oportunidad de proporcionar al público esas herramientas, compartiendo información contrastada, formulando las preguntas pertinentes, aceptando el disenso y la capacidad de rectificar con valentía.
La comunicación actual no es peor que en tiempos pasados, simplemente es diferente, y hay que aprender a gestionarla. La crítica de arte tiene a su alcance combinar lo digital y lo analógico, lo virtual y lo presencial, para fortalecerse en este momento de fragilidad. Solo así podremos generar textos que den testimonio del trabajo de los artistas y alimenten, a su vez, un pensamiento crítico sólido.
El presente ensayo plantea un compromiso con el futuro del periodismo cultural, las revistas de arte y la conservación del patrimonio, revisando la herencia del siglo xx y definiendo el papel que desempeña la crítica en el siglo xxi.