Occidente

Una radiografía en tiempo real de la decadencia de Occidente

Juan García

El mismo día que termine de leer “La derrota de Occidente”, Donald Trump sufrió un intento de asesinato. Inmediatamente asocié el hecho a la idea dominante de esta obra de Emmanuel Todd por la cual Estados Unidos y Europa occidental sufren de un nihilismo exacerbado. Y no se me ocurre muestra mayor de nihilismo político que la confrontación entre Biden y Trump para alcanzar la presidencia de EEUU, donde a las mentiras, vídeos de deterioro mental y juicio, se ha sumado un intento de asesinato.

La tesis central de “La derrota de Occidente” es que los estados que forman la autoproclamada “Comunidad Internacional” han entrado en una fase de decadencia al haber abandonado la moralidad y el proyecto de país que propiciaron la creación de unos estados fuertes y poderosos. Todd es un historiador, demógrafo y sociólogo que ha investigado los diferentes tipos de familias y cómo esta estructura básica ha creado las condiciones para la formación y desarrollo de diferentes estados. También confiere mucha importancia a la religión, describiendo el abandono de esta por las poblaciones de los países occidentales y las consecuencias de ello. Enmanuel Todd no es marxista y a diferencia de los materialistas, considera, siguiendo las tesis de Max Weber, que son las religiones quienes favorecen el cambio del sistema económico.

A pesar de este enfoque, Todd en sus obras y, en especial, en este libro, ofrece una profusión de datos económicos, demográficos y sociológicos que, en mi opinión, explican mejor la evolución de la geopolítica. Por ejemplo, la crítica que hace al PIB, proponiendo su sustitución por un Producto Interior Real (PIR) que refleje la realidad económica de los diferentes estados. También demuestra que la ventaja competitiva de China, hasta el punto de ser la primera economía productiva del mundo, no la ha logrado por explotar una mano de obra barata, sino por políticas públicas por las que  se ha incentivado la educación en ingenierías,  al contrario que en los países occidentales donde los jóvenes más capacitados se vuelcan en formación como derecho o economía especulativa que permiten mejores salarios y trabajos más cómodos.

El abandono de la economía real en Occidente, unido al nihilismo de estas sociedades, sirven al autor para explicar cómo un país, Rusia, que debía tener el mismo PIB que Italia, está ganando la guerra militar y económica a todos los países de la OTAN juntos.  Solo una persona totalmente ajena a la realidad puede negar que tanto Rusia como China tienen unos proyectos de país, mientras que en los estados de Europa Occidental el capitalismo más liberal junto al dominio de EEUU (y Todd añade el abandono de la religión y cambio de la clase dirigente) han desembocado en un nihilismo político y social.

No hay proyecto colectivo. En el caso de España, por cuestiones nacionales o territoriales,  pero en Francia, que es el paradigma del estado-nación, su sociedad se encuentra en una fase tal de aturdimiento que ha empujado a gran parte de su población a votar a la ultraderecha, seguramente por que estos últimos son los que tienen un proyecto de país, aunque sea uno que desde la izquierda rechazamos frontalmente.

Desde esta perspectiva, el libro no solo estudia la confrontación Rusia-OTAN sino que hace un repaso por los más importantes actores en la geopolítica actual y, aunque no exista una conclusión de forma expresa, sí que es evidente que el autor prevé un futuro próximo muy negativo para los estados y poblaciones de Europa Occidental si no se reconduce la posición geopolítica de estos países. Algo que pasa necesariamente por un acercamiento con Rusia, que es lo que ha intentado evitar a toda cosa la clase dirigente estadounidense.

En conclusión, una obra profusa dirigida al lector que le interese la geopolítica y que, sin duda, activa la reflexión y discusión. Lo que cabría desear es que las decisiones políticas que hoy en día se toman en base a un discurso simplista y maniqueo en el cual el mundo está dividido entre buenos y malos, al igual que las películas de vaqueros e indios, se tornara más realista, racional y pausado. “La derrota de Occidente” es una de las obras de referencia que puede servir a este propósito.

Juan García es licenciado en Derecho y analista en varios medios internacionales. Es coautor del libro “Los gobiernos españoles contra las libertades.

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