CRISTINA ESCRIVÁ – RAFAEL MAESTRE:
Si los hombres han estado subyugados a las circunstancias desfavorables sociales, las mujeres todavía han sufrido -y sufren- más: por la discriminación entre los dos sexos, por la diferencia entre pobres y ricas y por la distinción entre cultas e incultas. Para acabar con esta situación nació en Madrid en el mes de abril de 1936 la organización anarcofeminista Mujeres Libres por iniciativa de un grupo de mujeres, entre las que se encontraban, la periodista Mercedes Comaposada Guillén, la doctora Amparo Poch y Gascón y la poeta Lucía Sánchez Saornil.
MM.LL., creada para liberar a la mujer del sometimiento de siglos, pretendía un orden social más justo y humano, siendo muy conscientes de que sólo a través del acceso a la cultura y a la enseñanza se lograría esta liberación.
La organización llegó a contar con 20.000 afiliadas y se establecieron unas 147 agrupaciones locales en pueblos y ciudades de la España republicana, distribuidas entre la zona Centro, Cataluña, Aragón, Levante y Andalucía. También creó agrupaciones en otros países. En Europa: Bélgica, Checoslovaquia, Francia, Holanda, Inglaterra, Polonia y Suecia, además de Argentina y Estados Unidos, en América. Para sus actividades culturales y educativas crearon el Casal de la Dona Treballadora, en Barcelona; la Casa de la Cultura de Valencia y el Instituto Mujeres Libres de Madrid.
En el primer Congreso Nacional de MM.LL. celebrado en Valencia los días 20 y siguientes de agosto de 1937, con la constitución de su Federación Nacional, se estructuraron las bases definitivas de la organización. Se aprobaron los Estatutos de la Federación, con residencia en la calle de la Paz número 29 de Valencia, con el objetivo de crear una fuerza femenina consciente y responsable que actuara como vanguardia del progreso. Estableciendo escuelas, institutos, ciclos de conferencias, cursillos especiales, etc., tendentes a capacitar a la mujer y a emanciparla de la triple esclavitud: esclavitud como mujer, esclavitud de la ignorancia y esclavitud como productora. Para el logro de estos objetivos actuaba como una organización política identificada con las finalidades generales de la CNT y la FAI, ya que su aspiración de emancipación femenina tenía como objetivo supremo que la mujer pudiera intervenir en la emancipación humana.
Con la Revolución se abrió para la mujer un campo de experiencia casi ilimitado, que la comprometía a un protagonismo cívico sin precedentes. En estas circunstancias, asumirán responsabilidades en todos los terrenos y desempeñarán un papel decisivo en la lucha antifascista, especialmente, en la retaguardia. La mujer arará los campos, que los hombres han dejado para coger el fusil; conducirá tranvías y camiones; organizará la Defensa Pasiva; estará al frente de centros sanitarios; formará parte de los consejos obreros de las fábricas y colectividades. Se asiste a un despliegue de energías hasta entonces inhibidas, que afloran tras el convencimiento de que aquél es el camino de la liberación. Esta oleada vital es la más agitada y apasionante que la mujer española haya vivido en toda su historia.
La revista Mujeres Libres (MM.LL) , demostró la capacidad de este núcleo de libertarias de expresar una nueva mirada anarquista en femenino. Con una gran modernidad de planteamientos, la publicación asentó la libertad femenina a partir del desarrollo de la independencia psicológica y de su autoestima, sólo factible mediante la lucha individual. De este modo las mujeres se convertirían en sujetos de su proceso de liberación, que no sólo se basaba en la independencia económica y en el acceso al trabajo remunerado, sino en el empoderamiento y afirmación de la personalidad femenina.
De la revista se publicaron 13 números, entre 1936 y 1938, una publicación para mujeres escrita por mujeres. Se editaba en color, con fotografías de Kati Horna, y estaba maquetada y profusamente ilustrada por los artistas Les, Viejo y, sobre todo, por Baltasar Lobo.
En ella se trataban todo tipo de temas, se cuestionaban las relaciones entre hombres y mujeres, y se difundían los más avanzados conocimientos sobre puericultura, higiene, sexualidad y anticoncepción. También se analizaba la problemática surgida por la incorporación femenina al mundo laboral y a la lucha social, pero sobre todo hay que resaltar su cruzada contra el analfabetismo y la prostitución. Las páginas de MM.LL. hicieron una gran campaña de sensibilización contra esa lacra y a favor de los Liberatorios de Prostitución.
Entre sus colaboradoras encontramos a Consuelo Bergés, Rosa Chacel, Mercedes Comaposada, Carmen Conde, Áurea Cuadrado, Soledad Estorach, Etta Federn, Mary Giménez, Emma Goldman, Lola Iturbe, Ada Martí, Federica Montseny, Nita Nahuel, María Pérez, Pura Pérez, Amparo Poch, Suceso Portales y Lucía Sánchez Saornil, entre otras.
El programa inicial de MM.LL. era esencialmente cultural y educativo, así, su revista fue un instrumento eficaz para la divulgación de los puntos de vista de la organización y jugó un papel educativo decisivo. Para ellas la cultura representaba un instrumento para promover la Revolución Social.
Ahora, 80 años después de aquella gesta heroica, tenemos el ejemplo de las mujeres que forjaron la Revolución libertaria. Un ejemplo necesario porque la humanidad tendrá un futuro sombrío si no aparecen en nuestro horizonte hombres y mujeres que, yendo más allá de sí mismos y de sus intereses propios, nos puedan dar a todos y a todas razones para admirar, querer, esperar y actuar. Razones y pasiones que nos persuadan a seguir su ejemplo.
Un verso de su himno nos recuerda que hay que escribir de nuevo la palabra Mujer.
La Revolución ha de comenzar desde abajo. Y desde dentro. Dejad que entre el aire en la vida familiar, vieja y angosta. Educad a los niños en libertad y alegría. La vida será mil veces más hermosa cuando la mujer sea realmente una mujer libre.
Artículo original publicado en la revista Rojo y Negro con licencia Creative Commons: Descargar nº 303 en PDF
Ediciones Akal : La mujer en la II República – Raquel Vázquez Ramil