Rosa Luxemburgo nació en el seno de una próspera familia polaca de origen judío; excelente estudiante ya siendo adolescente, se empezó a distinguir por rebelarse y enfrentarse contra la autoridad. A los 16 años entró a militar en el partido revolucionario del proletariado y, con 18 años, huyó de Polonia por la represión y el riesgo de ser encarcelada. Pasó a ser una estudiante universitaria y activista en Zúrich, formando parte del Partido Socialista Alemán. En 1897 defendió su tesis doctoral, «El desarrollo industrial en Polonia», siguiendo el enfoque metodológico del materialismo histórico; más tarde se trasladó a Alemania, donde pasaría quedará la mayor parte de su vida. Su destino unido indivisiblemente a la evolución del movimiento proletario alemán y a las luchas entre sus distintas corrientes.
A su enorme curiosidad vital, su gran inteligencia y su carácter rebelde y valiente, unía unas grandes dotes de oratoria y de dialéctica, que combinadas con la formación, la docencia y la capacidad de análisis marxista la llevaron a una activa militancia política en la que, por su carácter crítico, terminó por ganarse el respeto, pero también los recelos, de muchos de sus compañeros.
Reforma o Revolución (1899)
En Alemania participó en el ala más izquierdista del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), definiendo claramente la frontera entre su fracción y la teoría revisionista de Eduard Bernstein. Bernstein publicó una serie de artículos en Die Neue Zeit en los que trató de refutar las premisas básicas del socialismo científico, a los que Rosa Luxemburgo contestó con dos artículos que se reunirían después con el título Reforma o Revolución. Rosa Luxemburgo somete las ideas de Eduard Bernstein una profunda crítica. Como Bernstein defendía que había que abandonar la revolución social como objetivo final de la socialdemocracia, Rosa Luxemburgo plantea que el dilema resultante de «reforma o revolución» es realmente para la socialdemocracia el de «ser o no ser». Así, la discusión que plantea Rosa Luxemburgo acerca de la postura de Bernstein y sus partidarios no se centra tanto en la manera de luchar sino en el futuro de toda la vida del movimiento socialdemócrata. Reforma o Revolución es la primera gran obra política de Rosa Luxemburgo, la que le proporcionaría el reconocimiento en el Partido Social Demócrata Alemán.
Huelga de masas, partido y sindicatos (1906)
La Revolución rusa de 1905 sorprende a Rosa Luxemburgo en Alemania. Durante todo ese año Rosa Luxemburgo se dedica a hacer comprender a los socialistas alemanes el significado de aquellos acontecimientos revolucionarios. En diciembre de 1905 decide partir hacia Varsovia para participar directamente, junto a sus camaradas de la socialdemocracia polaca, en los acontecimientos revolucionarios que conmovían el Imperio zarista. Fruto de esta experiencia es su libro Huelga de masas, partido y sindicatos, en el que elabora su doctrina de la huelga de masas. Para ella la huelga de masas no es una simple «táctica» que debe ser utilizada por el proletariado para defender sus conquistas, sino, por el contrario, un elemento central de la «estrategia revolucionaria». La defensa que hizo del camino revolucionario frente a Bernstein la volvió a manifestar en este libro al calor de la polémica que el debate sobre la huelga general había desatado en el partido socialdemócrata y los sindicatos alemanes. Partiendo de la dinámica viva del movimiento revolucionario de 1905 Rosa Luxemburgo fustiga tanto la posición de los dirigentes sindicales que niegan la posibilidad de la huelga general, como la postura de sus críticos en la cúpula del Partido que consideraban la huelga como una acción que sería preestablecida por decreto desde la dirección cuando esta considerase la idoneidad de las condiciones.
Introducción a la economía política (1907 – 1912)
Convertida en una de las figuras más significativas del marxismo ortodoxo dentro de SPD alemán frente al revisionismo de Bernstein, Rosa Luxemburgo comenzó a enseñar marxismo en el centro de formación del SPD en Berlín, fundado en 1906. A partir de octubre de 1907, Rosa Luxemburgo enseñó allí economía política e historia económica y, desde 1911, dictó además un curso de historia del socialismo. Aunque proyectaba la edición de sus conferencias en aquella escuela, su Introducción a la economía política, la elaboración de La acumulación del capital y su activismo político la privó del tiempo necesario para realizar esta labor. Sólo durante su estancia en la prisión de Wronke, en 1916-1917, pudo dar forma a sus notas de clase y, aunque nunca alcanzó una versión definitiva y a pesar de que poco después fue asesinada y muchos de los manuscritos preparatorios de la obra se perdieron en el saqueo a su casa, afortunadamente la parte más importante de esos cursos ha llegado hasta el presente.
La crisis de la socialdemocracia o Folleto Junius (1915)
Al inicio de la Primera Guerra Mundial, se produjo en el Reichstag alemán la votación a favor de los créditos militares por parte del partido socialdemócrata. Este hecho significaba la victoria del nacionalismo frente al movimiento internacionalista y la crisis de la II Internacional, que se disolvió en 1916. Kart Liebknecht, quien después se convertiría en símbolo del movimiento antibelicista, se abstuvo en la votación y fundó junto a Rosa Luxemburgo, y otros miembros de la izquierda del partido, el Grupo Internacional (Gruppe Internationale) que mantenía las resoluciones del SPD previas a la guerra. Más tarde pasaría a llamarse la Liga Espartaquista. Rosa Luxemburgo mostró una crítica encarnizada contra la guerra mundial, pidiendo a través de sus discursos antibélicos la desobediencia masiva. Se le acusó de incitar a los militares a desobedecer a sus jefes y, entre 1915-1918, pasó largas temporadas encarcelada. Mientras cumplía las sentencias redactó este ensayo, La crisis de la socialdemocracia, lo que posteriormente se conoció con el nombre de Folleto Junius, pseudónimo con el que Rosa Luxemburgo lo firmó. En aquel periodo de reacción fue todo un manual para la educación del núcleo de cuadros marxistas y obreros revolucionarios de Alemania que posteriormente protagonizaría la revolución de los consejos en noviembre de 1918.
La revolución rusa (1918, publicado en 1922)
La revolución rusa, escrita por Rosa Luxemburgo durante su estancia en la cárcel de Breslau, en Alemania, es una reflexión sobre las primeras medidas tomadas por la dirección bolchevique, en principio destinada a ser publicada en la revista de la Liga Espartaquista. Sin embargo, no vio la luz hasta 1922, tres años después del asesinato de su autora, debido al posicionamiento que esta había tomado con respecto al bolchevismo.
En el escrito, Rosa Luxemburgo mostraba su solidaridad con la Revolución rusa al tiempo que hacía una ardorosa defensa de la democracia que refleja fielmente la triple e inseparable dimensión de su pensamiento y su obra: socialista, demócrata y revolucionaria
Cartas de la prisión
Las cartas que Rosa Luxemburgo escribió desde la cárcel a sus amigos y compañeros de lucha, condesan su pensamiento más profundo sobre la situación política del momento y las perspectivas futuras del socialismo. En ellas muestra su espíritu independiente, lógico y penetrante, así como su deseo de conocer y teorizar más allá de la doctrina marxista que inspiró su obra y sus acciones. Pese a su situación y represión, Rosa Luxemburgo nunca dejó atrás sus ideas, sino que siguió escribiendo incansablemente para defender sus convicciones, manifestando, aun estando presa, un conocimiento del momento político sorprendente. Cartas de la prisión es una muestra más de la brillantez de una mujer cuyo pensamiento sigue siendo capaz de remover en la actualidad muchas conciencias.
Levantamiento Espartaquista (1919)
El 1 de enero de 1919 la Liga Espartaquista junto a otros grupos socialistas y comunistas crearon el Partido Comunista de Alemania (KPD, en sus siglas en alemán). Desde noviembre de 1918 había surgido una gran agitación revolucionaria en Alemania, tras el derrocamiento del Kaiser Guillermo II y la proclamación de la República de Weimar. Una segunda oleada revolucionaria se desarrollaría en los primeros días de 1919 debido a los diferentes objetivos y métodos de los grupos que participaron en la revolución de noviembre. El detonante fue la destitución del jefe de la policía de Berlín ( miembro del ala izquierda de los socialdemócratas independientes) que se había negado a actuar en contra de los trabajadores. Se sucedieron manifestaciones de protesta por esta destitución y se realizó un llamamiento a la huelga general.
El 15 de enero de 1919 el movimiento es duramente reprimido. Rosa Luxemburgo y Liebknecht, junto con otros revolucionarios, fueron asesinados por los oficiales de una de las unidades de los Freikorps, organizaciones paramilitares de extrema derecha. El cuerpo de Luxemburgo fue arrojado a un canal y encontrado el 31 de mayo de ese mismo año. Estos asesinatos desencadenaron por todo Alemania numerosos disturbios y motines que se saldaron con 5000 muertos, miles de represaliados y el asesinato de numerosos líderes de la izquierda.