Peter Linebaugh |«Todos los negocios del hombre»| Roja esfera ardiente
William Blake (1757-1826) y Ned Despard (1751-1803) tenían aproximadamente la misma edad. Aunque procedían de distintos países y tenían diferentes relaciones de clase en la sociedad británica, ambos eran radicales, capaces de una osadía extrema en pensamiento y obra, implacablemente hostiles a las fuerzas de la avaricia y la crueldad que regían la sociedad, y dotados de intereses espirituales expresados en sueños o en acciones. No hay pruebas directas de que se conocieran, aunque Erin, o Irlanda, desempeñaría un importante papel profético en la reconstrucción mitológica de la historia de Gran Bretaña realizada por Blake. Es uno de los temas de sus enormes épicas tituladas Milton y Jerusalem, escritas después de tres años en Felpham. La conspiración de Despard fue un elemento importante y atrevido, entre otras cosas, en la continuación de la rebelión irlandesa.
La contemporaneidad procede de una carta extraordinaria que Blake le escribió a uno de sus mecenas en noviembre de 1802, menos de una semana después de la detención de Despard en la Oakley Arms. La coincidencia del espacio deriva del hecho de que Oakley Street, escenario de la detención de Despard, es la continuación de Hercules Road, donde William y Catherine Blake vivieron entre 1791 y 1800. Estaba situada al sur del río Támesis, en la parroquia civil de Lambeth, cuyo gobierno en la década de 1790 era muy volátil. En 1792, Blake, el entusiasta de la Revolución francesa, se puso el bonnet rouge, el gorro de la libertad y la igualdad, y caminó con actitud desafiante por las calles de Lambeth.
Dado que «lo común» estaba siendo destruido por los cercamientos de la tierra, la conquista de las tierras de americanos nativos, la mecanización de la producción en fábricas, y la construcción de prisiones, los revolucionarios del momento merecedores de ese nombre debieron de verlo también y responder según su entendimiento. William Blake, el poeta y grabador visionario, el artesano y metalúrgico, lo hizo en un discurso propio, una reescritura de la Biblia, una historia profunda de Gran Bretaña, y una relación profunda con los pensadores de la Ilustración. La transformación de la tierra de los Angles (Inglaterra) en propiedad privada fue el primer paso de una caída. Como propiedad privada, la tierra podía comprarse y venderse a modo de mercancía. Este fue el segundo paso. Como mercancía, la tierra podía convertirse, se convirtió de hecho, en capital, un medio para explotar a quienes trabajaban en ella como agricultores o bajo ella, como mineros. Este fue el tercer paso de la caída de Inglaterra. Para Blake, estos cercamientos eran similares a la expulsión del paraíso. Aunque era plenamente consciente de la guerra, los cercamientos, la conquista, la mecanización y la prisión, entendía que la causa original de la degradación humana estaba en la pérdida de lo común. Su noción de lo común incluía el derecho, el amor, la educación, la niñez, la religión, el espíritu y el arte.
El concepto de lo común no forma parte de las interpretaciones canónicas de Blake por la simple razón de que no era una categoría de economía política alternativa para él. Tampoco lo usaba para referirse a los derechos comunitarios de la ciudad y el campo. Pero lo común impregna toda su obra, que combina su noción de humanidad realizada en la vida psicológica, espiritual y prosaica. En 1821, ya cerca de la muerte, Blake resumió el trabajo de su vida: «Todos los negocios del hombre son / las artes y todas las cosas en común» («Laocoon», versos 105-106). En 1827, el último año de su vida, Blake volvió a referirse a lo común, esta vez para burlarse de una nueva traducción del Padre Nuestro. El doctor Thornton trata a Dios como César Augusto, una combinación de rey y sacerdote, que no crea nada que no pueda ser pesado, medido y gravado. «Concédeme, en todo el mundo, día a día, un abundante suministro de alimento espiritual y corporal», rezaba. Para Blake, dinero y leyes eran dos aspectos del César que él cambió por «danos el pan que nos corresponde y al que tenemos derecho llevándote el dinero o un precio o un impuesto sobre lo común para todos los de tu reino».
Las respuestas poéticas de Blake a la guerra y a la escasez fueron políticamente privadas porque no las publicó, no podía publicarlas. La imaginación realizada era su objetivo, y con él la transformación radical de la existencia humana en su totalidad. Los esfuerzos mentales de Despard hay que inferirlos de sus experiencias en Irlanda, Jamaica, Honduras, Nicaragua y Londres. El revolucionario debió de ser también un visionario, aunque a diferencia del poeta, el revolucionario es un agente activista de la transformación. Ambos trabajaban soterrados, en el sentido de que Despard tenía que reclutar gente en secreto para un proyecto revolucionario, y Blake tenía que encontrar manantiales antinómicos para una contrailustración que era a un tiempo subversiva y apocalíptica.
El traslado de Blake, el 18 de septiembre de 1800, a Felpham, en la costa de Sussex, se produjo tras los motines de subsistencia de Londres, que habían empezado cuatro días antes. Esa noche, la multitud que rodeaba una panadería de Shadwell fue dispersada por voluntarios de Wapping, Limehouse y Ratcliffe. «Terrible la angustia.» Se había colgado un folleto declarando «La hogaza de pan de cuatro libras de peso costará 6 peniques si la gente se reúne en el Mercado de Granos el lunes». En lugares públicos se colgaron panfletos incendiarios. Las panaderías fueron asaltadas, y el día que los Blake salieron, un folleto dirigido a los «congéneres hambrientos» llamaba a una reunión armada en Saint George’s Fields, con la exhortación a «Elevar a la gloria a los británicos adormecidos». «Queremos pan y pan tendremos.» Sus objetivos eran el Banco, el palacio real en Saint James, el primer ministro Pitt, y sus colaboradores. «Los aristócratas son enemigos mortales; clavadles vuestras dagas en el corazón.»
Compatriotas
¿Cuánto tiempo vais a sufrir callada y cobardemente que un conjunto de esclavos mercenarios y de esbirros del Gobierno se os imponga, y os obligue a pasar hambre? ¿Podéis seguir soportando que avancen en sus extensos monopolios, mientras vuestros hijos lloran porque no tienen pan? ¡No! que no existan un solo día más. Nosotros somos la soberanía; levantaos entonces de vuestro letargo. Acudid al mercado de granos el lunes.
El gobierno respondió a la crisis aplicando una política de recortes, al principio con sugerencias mezquinas y después obligando a la gente a comer menos. También obligó a adoptar cambios radicales en la dieta, sustituyendo la hogaza de trigo inglesa por maíz, arroz, sopa o gachas, o incluso bazofia. La Brown Bread Act [Ley del Pan Moreno] de 1801, que prohibía la hogaza de trigo blanco, no tuvo éxito.
Blake empacó todo en 16 cajas para el viaje de setenta millas a una casita en la costa, cerca de su próspero mecenas Hayley, que podía alimentar la aldea de día y de noche. Pero había escrito, antes de su partida, «desgarrando los grilletes de la oscuridad de las mazmorras de Londres, he roto la red negra y he huido». Londres, escribió, está «vertiendo sangre humana […] ¡Mirad! ¡Me he ido! […] Pálida, horriblemente pálida, de miedo está la ciudad». Mirando hacia el futuro, concluyó una carta a Hayley con una nota esperanzada: «Mis dedos emiten chispas de fuego con la expectación de mis trabajos futuros». Debido a la coincidencia de tiempo y lugar con Despard y sus conspiradores, podemos considerar que las palabras de Blake aludían a la resistencia que los radicales ofrecieron contra el lugar y el miedo horrible. Las chispas de fuego podrían tener significados literales en las manos de los revolucionarios.
Las herramientas simples del arado, el telar, el martillo y el cincel fueron mecanizadas y transformadas para fabricar armas de guerra:
Y todas las artes de la vida las transformaron en artes de muerte.
El reloj de arena despreciado porque su simple habilidad
era la habilidad del campesino, y la noria
que sube el agua a las cisternas, rota y quemada en el fuego
porque su habilidad es como la habilidad del pastor
y en su lugar intrincadas ruedas inventadas, rueda sin rueda,
para confundir a los jóvenes en sus salidas, y ligar a trabajos
de día y noche las miríadas de eternidad, para que puedan limar
y pulir el acero y el hierro hora tras hora, habilidad laboriosa,
mantenidos ignorantes de su uso, que puedan pasar los días de sabiduría
en penoso trabajo para obtener una escasa pitanza de pan.”
No es solo la guerra y el hambre lo que Blake denuncia; es el trabajo infantil y el trabajo deshumanizado, alienado, interminable y confinado de las manufacturas. La máquina está sustituyendo a la mano, y así la palabra manufactory se abrevió a factory (manus significa mano en latín). El trabajo monótono y continuo de atender la máquina no era un trabajo industrioso, que históricamente había significado ingenioso, recursivo, hábil. Blake y su generación no sabían que los vencedores llamarían al sufrimiento que estaban imponiendo la Revolución industrial, que no solo alteró el modo de producción, sino que invirtió el significado del término industria.
En junio de 1802, el Parlamento aprobó la primera Ley Fabril [Factory Act] (42 George III, c. 73). Sus disposiciones deberían interpretarse literalmente, o «satánicamente». Tenía un título prometedor: «Una ley para la conservación de la salud y la moral de los aprendices y los demás empleados en el algodón y otros ingenios, y del algodón y otras fábricas». Sus disposiciones eran sencillas, y al imponer lo que debía cambiar, el Parlamento describió la realidad de lo que era: que las paredes de la fábrica se laven dos veces al año; que haya ventanas para suministrar aire fresco; que a los aprendices se les suministren dos veces al año zapatos y un juego de ropa; que no duerman más de dos en una cama; que las mujeres estén separadas de los hombres en los dormitorios; que se ofrezca instrucción en lectura, aritmética y cristianismo; que se prohíba el trabajo nocturno en la mayoría de los casos; y que la duración máxima de la jornada laboral diaria sea de doce horas.
En respuesta a la contrarrevolución, Wordsworth se centró en los lugares y las costumbres locales de Inglaterra. La respuesta de Blake fue la contraria. Se centró en América, Asia, África, el sistema solar, el cosmos:
Primero los oficios y el comercio, los barcos y los buques armados construyó laborioso
para navegar el mar profundo; y en tierra, los niños son vendidos a negocios
por absoluta necesidad, trabajando todavía día y noche hasta que todos,
extinta su vida, adoptaron la forma de espectro en oscura desesperación;
y los esclavos a miles, en cargas de barco, llenan la profundidad bronca y sonora,
haciendo resonar sus cadenas de metal; el Imperio Universal gime.
El comercio no está separado de la explotación; los barcos de comercio y el trabajo infantil se combinan en el barco de esclavos. Blake clama contra la hipocresía característica de la clase dominante inglesa, con su infame sonrisa:
Obligad a los pobres a vivir de una corteza de pan con artes gentiles y blandas
sonreír si fruncen el ceño y fruncir el ceño si sonríen; y si un hombre está pálido
debido al trabajo y la abstinencia decir que parece sano y feliz
y cuando los hijos de ese hombre enferman, que se mueran, hay bastantes
nacen incluso demasiados y nuestra Tierra acabará infestada.
«Hay bastantes» alude a Malthus, cuyo Primer ensayo sobre la población se publicó en 1802 en segunda edición revisada y ampliada.
El ambiente represivo y conservador del momento salió reforzado. En 1802 se creó la Sociedad para la Supresión del Vicio, con el objetivo de «controlar la difusión del vicio y la inmoralidad abiertos, y más en especial proteger la mente de los jóvenes de la contaminación y la exposición a la influencia corruptora de publicaciones, libros y grabados impuros y licenciosos». Antes se conocía como Sociedad de Proclamación, y desde junio de 1787, Real Proclamación para el Fomento de la Piedad y la Virtud.
La pena capital y la guerra son dos aspectos de la muerte causada por el hombre, aquí situada en un escenario cósmico. «Albión» es un nombre del pueblo británico antes y después de su caída. Albión ha sucumbido a la Iglesia, al Estado y al razonamiento egoísta de la economía política:
… Albión gimió sobre el arroyo del Tyburn:
Albión dio su elevado gemido moribundo. Las Montañas Atlánticas temblaron.
Arriba, la Luna huyó con un grito; el Sol con ríos de sangre.
De las entrañas de Albión huyeron todos los pueblos y naciones de la Tierra,
Huyeron con el ruido de la matanza, y las estrellas del cielo huyeron.
El 22 de noviembre de 1802, Blake, todavía en Felpham, le escribió una carta a Thomas Butts, menos de una semana después de que Despard y otros 40 fueran detenidos en la Oakley Arms, muy cerca de la casa de William y Catherine Blake. La carta, escrita en pareados, es asombrosa. Comienza con la felicidad de Blake por el cielo azul, el sol templado, el reflejo de la luz en el mar, los paseos por los campos de cereales. Recuerda a su padre y a su hermano muertos, que se le aparecen en el camino, y habla de su doble visión, un ojo interno y un ojo externo. El ojo externo le recuerda su pobreza, envidia, vejez y miedo. Las complejidades del mecenazgo le producen ansiedad. Habla de sus trabajos noche y día. Él y su esposa comen poco y beben menos. No encuentran felicidad en la tierra, y el sol no les calienta, ni siquiera mide el tiempo y el espacio. El ojo interno lo libera del miedo y el terror. Es una carta de emoción potente, desafiante, de ira, disfrute, dolor y adherencia a sus visiones, escrita en la serenidad de simples pareados que llegan a esta conclusión:
Ahora contemplo una cuádruple visión
y se me ha dado una cuádruple visión;
es cuádruple en mi supremo placer
y triple en la suave noche de Beulah
y doble siempre. Que Dios nos guarde
de la visión única y el sueño de Newton
La visión única es la de la propiedad privada, la tierra cercada, la mente engrilletada, el ego, la agresión, el engrandecimiento, el empirismo vulgar. Una visión es la de los detalles diminutos, mientras que otra, hallada en la templada noche de Beulah, es el tiempo onírico del inconsciente. La tercera es su propia visión de fuerzas psíquicas cósmicas en el tiempo histórico. Beulah hace referencia al libro del profeta Isaías, donde se refiere a la tierra «casada», un lugar feliz de unidad entre las personas y la tierra. Pero es algo más. Hace referencia también a Iolo Morganwg, el cantero y jacobino druida, cuya historia de Gales, publicada hacía poco, no solo influyó en la concepción que Blake tenía de un pasado poético sino también en muchos galeses que emigraron a América, que en busca de la tierra de Beulah creyeron que los nativos americanos eran galeses perdidos. Uno de ellos era Morgan John Rhys –el librepensador galés, veterano del sitio de la Bastilla, abolicionista y amigo de los iroqueses– que ayudó a fundar la ciudad pensilvana de Beulah en 1797[9]. Las visiones de Blake mezclaban la profecía bíblica y los proyectos revolucionarios contemporáneos. He aquí lo que escribió en una carta a Butts en noviembre de 1802:
Los llameó en mi camino y el sol estaba caliente
con los arcos de mi mente y las flechas del pensamiento
la cuerda de mi arco, feroz, con ardor respira,
mis flechas en sus haces de oro resplandecen.
El gran poema titulado «Jerusalem» lo compuso en la casita junto al mar de Felpham. «Traedme mi arco de oro ardiente: / traedme mis flechas del deseo» (versos 9-10). Esta versión, y la anterior enviada a Butts, tratan de la lucha mental, de la guerra intelectual o del enfrentamiento ideológico que deben producirse. Arcos y flechas pueden ser y fueron en otro tiempo armas de guerra. Estaban en la mente de Blake mientras Despard y sus cuarenta compañeros eran detenidos en la Oakley Arms.
A finales de 1802, Blake se sentía mal y deprimido. No podía sostenerse económicamente, sino que tenía que trabajar para otros. A comienzos de 1803, estaba decidido a volver a Londres, lo cual hizo en el otoño. Adiós a los días en los que él y su esposa, Catherine, podían quitarse la ropa y leer uno a otro Paraíso perdido desnudos en el jardín. El tiempo y el lugar habían cambiado, y un soldado ebrio podía colarse en su jardín y acusarlo de traición, como ocurrió en agosto de 1803. Las fechas de la detención (verano de 1803) y la absolución (invierno de 1804) de Blake transcurren paralelas al descubrimiento de la rebelión de Emmet en Irlanda y a la independencia de Haití.
Las acciones propuestas por Despard y las visiones íntimas de Blake surgieron al mismo tiempo y en el mismo lugar. Aunque eran prácticamente vecinos, no había bienes comunales en los que pudieran encontrarse.
El texto de esta entrada es un fragmento de Roja esfera ardiente